lunes, 18 de junio de 2007

Mente Ocupada


por Salma Corona
Todos los días lo veo rondando la casa, al principio pensé que venía por desechos de comida o porque habría visto algún animal. Algo busca, su mirada parece atravesar las paredes y descubrir los secretos de los que aquí vivimos.

Inquieta por su presencia, intente alejarlo varias veces aventándole agua y haciendo ruidos fuertes: todo fue inútil. Él, sólo me contemplaba tranquilamente, como si mis movimientos le provocaran una gran curiosidad y tuviera que analizarlos cuidadosamente. Entre a la casa temblando.

Traté de mencionarlo durante la comida. Al parecer nadie se había percatado de su existencia y después de algunos breves comentarios al respecto, el tema fue dejado de lado. Ya en la tarde, sentadas en la sala, la abuela me recomendó mantener mi mente ocupada...

Han pasado tres días, mi espía no se ha movido de su sitio, me vigila. No importa el lugar de la casa en el que me encuentre, él sabe lo que estoy haciendo, conoce mis movimientos, mis pensamientos, mis sueños, ya no soy libre. Mi familia está preocupada, no entienden qué es lo que me aterra, me han pedido que salga más seguido, que frecuente a mis amigos, pero sé que a donde vaya, él me seguirá.

Hoy miré el lugar donde siempre suele estar y no lo encontré, pensé que había decidido marcharse, dejarme en paz y que por fin estaría tranquila. Un ruido atrás de mi, me saco de mis reflexiones. Podía escuchar mi corazón latir violentamente cuando me di vuelta... Era él, mirándome con esos fríos ojos verdes. Lentamente me tocó, y no supe más.

Ahora puedo verlo en cualquier parte de la casa, junto a mi familia, actuando como si fuese yo, ocupando el lugar que antes me correspondía, sonriendo y volteando de vez en cuando a la pared, en la que lo observo agazapada, mientras busco algún pequeño animal, con el que pueda alimentarme.

No hay comentarios: